En las últimas horas se conoció el deceso del bebé Lázaro, un pequeñito que nació de tan solo 23 semanas en México y cuya historia conmovió a América Latina.
El pequeño nació el pasado 21 de octubre con tan solo 23 semanas de gestación, sin embargo, el personal del hospital lo declaró muerto y lo envió a la morgue del hospital.
Cuatro horas después, el padre del bebé en compañía de funcionarios de una funeraria acudieron al sitio para reclamar el cuerpo, pero descubrieron que aún se encontraba con vida, se movía y respiraba.
Desde ese momento el bebé fue trasladado a la unidad de Cuidados Intensivos Neonatales, donde estuvo luchando por su vida debido a que presentaba problemas intestinales. Tras 36 días de atención y una intervención quirúrgica, el bebé finalmente falleció.
“Su intestino nunca se pudo componer, a pesar de que le hicieron la cirugía, le quitaron la parte dañada que tenía y pues no, se fue inflamando, inflamando”, declaró el padre del bebé a Noticieros Televisa.